jueves, 26 de abril de 2018

EL VOTO PARTICULAR


ÉRASE UNA VEZ UN JUEZ

De joven ya quería ser juez, lucir la toga y sentarse en el trono
Quería impartir justicia, defender a los buenos...
Pero venía de una familia que ya juzgaba en el franquismo, el de los hombres de pelo en pecho, el que dice que el varón es el cabeza de familia y la mujer un objeto, y denunciaban a las turistas por bañarse en Top Les.


Una justicia aquélla influida por el derecho canónico,
el que impartían los curas, sí, esos... Los de cuello blanco y sotana negra, para quienes la mujer debía llevar velo, ser sumisa y paciente, guardar silencio...
Esos que comprendían al hombre adúltero,
pero que condenaban a las mujeres que les recibían.

El hombre, que quería ser justo, defender la moral y las buenas costumbres, se fija en las ropas que muestra el video y en las huellas del alcohol en su rostro,y concluye que la mujer violada no opuso resistencia, ni atacó a sus cinco atacantes, ni se le rompieron las uñas defendiéndose, ni tenía heridas... Porque si lo hubiera hecho, ¿por qué estaba viva?
Y el aire de la sala se envenena y aturde a la demandante al escuchar que le preguntan:
—¿Mostró usted oposición o negativa?
—No hablé, no grité, no hice nada. Tenía miedo, a que me mataran y me dejé hacer.
—Entonces usted no ha sido violada. Voto que liberen a los acusados.

La Marca España

EL LABRADOR Y EL MIRLO

 
Pintura de Manuel Barahona

Llevaba el hombre un sombrero
 amarillento de   palma
cubriendo del sol ardiente
 su cabeza blanca y calva


Y su banda polvorienta
a la vista presentaba
unos rodales de manchas
del sudor  de la mañana

Se sentó bajo una encina
 de tronco muy retorcido 
  en cuyo centro anidaba
orgulloso un joven mirlo

Sacó del zurrón un pan,
 y su odre de blanco vino
 y se dispuso a dar cuenta
de su manjar preferido:
 ¡Un cacho pan  con tocino!


Y mientras el  labrador
comía allí tan tranquilo
se oía el dulce  trinar
 de un jilguero colorido
 que iba vestido de fiesta
aunque no fuese domingo


Y después de haber comido
se tumbó a dormir la siesta
y apenas cerró los ojos
le cayó encima una mierda
lanzada con gran arrojo
por el mirlo  presumido.



SEVILLANAS DEL COCHINO


 Para bailar con la música de María del Monte en su sevillana "Cántame"

Soy un guarro cordobés al que adoran las cochinas
al que adoran las cochinas Soy un guarro cordobés
al que adoran las cochinas   
  Y las monto  una y otra vez, en medio de las encinas


al que adoran las cochinas

las monto  una y otra vez en la tarde y la mañana       
en la tarde y la mañana las monto  una y otra vez
 en la tarde y la mañana       
 No me importa ser el padre, de las crías de mi hermana 

Dime Dios mío,  por qué
no  dejas vivir tranquilo
Dime Dios mío, por qué   
me separan de mis hijos

II

Soy  novio de la dehesa, todas me quieren
todas me quieren, soy  novio de la dehesa
 el novio de la dehesa
 ella me entrega  bellotas y sombra  para la siesta

Todas me quieren

Todas me quieren, en la hierba retozamos
en la hierba retozamos. Todas me quieren
en la hierba retozamos.
nos comemos las bellotas y luego fornicamos.

Dime Dios mío,  por qué
no  dejas vivir tranquilo
Dime Dios mío, por qué  
me separan de mis hijos


III
A veces discutimos, y ella se vuelve loca
y ella se vuelve loca, a veces discutimos
y ella se vuelve loca
ella me enseña los dientes, yo  voy a joder con otra

 Voy a joder con otra

Toda la gente me mira con mirada lujuriosa
Con mirada lujuriosa toda la gente me mira
con mirada lujuriosa
 miran mientras comentan tramando alguna cosa


Dime Dios mío,  por qué
no  dejas vivir tranquilo
Dime Dios mío, por qué   
me separan de mis hijos


IV
Acarician mis jamones, y  mi lomo y mis costillas
Y mi lomo y mis costillas. Acarician mis jamones
Y mi lomo y mis costillas
Ay qué gracia, que también  me tocan  los cojones

me tocan  los cojones

Qué queda de aquel cariño que me mostrabais, señores
que me mostrabais, señores qué queda de aquel cariño
que me mostrabais, señores
me llamabais y yo acudía, a jugar con vuestros hijos

Dime Dios mío,  por qué
no  dejas vivir tranquilo
Dime Dios mío, por qué
 me separan de mis hijos


jueves, 19 de abril de 2018

¿POR QUÉ ES TAN LARGA LA NOCHE?

Foto de Manuel Tellez, director del programa Nostalgia bajo la luna. Cadena Ser,  Arcos de la Frontera


Por qué tus ojos negros, cielo, me roban el sueño

Y mantienen mi mente observando tu bello rostro

Por qué mi corazón late fuerte, con alborozo

cuando 
estás en mis brazos y feliz te doy mil besos. 



Recuerdo cuando era niño y quería ser piloto,

tener un Cadillac, fumar puros en mi chalé

Ahora que soy mayor, entiendo que estaba loco

Porque no todo lo que se ama se puede tener



Y quizás sea ese de mi gran desgracia el motivo:

saber que es inútil que siga soñando despierto

que me amas y un día, mi amor, yo pueda estar contigo.




domingo, 15 de abril de 2018

LA PRIMAVERA QUE NO LLEGA



Buenos días, amig@s: 
Amanece un domingo de tiempo variable, alternándose las nubes y el sol en alegrarnos el día.
Lo primero que hice fue desayunar con café y tostadas regadas con Prólogo, un aceite especial de sabroso paladar y aroma de flores del campo. Un aceite que yo no me puedo permitir por su elevado precio; pero que ha sido gracias al detalle generoso de mi amigo jienense, José Ramón, que hoy lo tengo en mi mesa. ¡Muchas gracias, Jose Ramón! Es un aceite delicioso.
Mientras degustaba despacio este manjar de puro oro líquido, recordé a un grupo de aceituneras que vi cerca de Villacarrillo recogiendo aceitunas del suelo un frío día de invierno en que yo viajaba hacia Valencia.



ACEITUNERA

Tu cuerpo, niña, huele a romero y tomillo
de los olivares que habitan la montaña.
Esbelta es tu figura, tu cintura un anillo,
al andar te cimbreas, cual rama de palma

Sonrisa luces siempre en tu bonita cara.
Negro tu cabello, recogido bajo un paño.
Vareando aceitunas llevas desde el alba

Y así sudada y exhausta vienes a casa
cantando un fandango por el camino.
Recoges laurel y una brizna de tomillo,
llenas el barreño y te metes en el agua

La Luna celosa mira por la ventana.
Tu cuerpo reluce con el agua clara.
Encendida de pasión de amor mi alma,
te cojo en brazos y te llevo a la cama

A romero y monte huele tu pelo, niña.
De miel son tu besos, sedosas tus nalgas,
cálidos, turgentes senos en forma de piña,
danzan al aire cuando sobre mí cabalgas

Eres hermosa, aceitunera mía. 
Esposa, amiga, amante, madre...
del mundo el tesoro más grande
Me siento Dios al hacerte mía

Juan Pan García.  Incluido en la Antología del II Encuentro de Poetas de Sierra Morena, 2014